¿Cómo explicarte?
No tengo motivos para reír; por momentos es así, estático. Mi tiempo se detuvo en tus promesas de nunca jamás cruzar de espaldas la puerta de mi futuro, y fue esa fé ciega, maldita o santa la que siempre me mantuvo flotando en este río llamado Buenos Aires. Fueron tus ojos, los cuales miraba y siempre creía iban a ser dos faros amarronados que guiarían mis pasos y sobre todo, que me hicieran sentir la vida estallando en átomos dentro de mi pecho.
Es cierto que abusé de las palabras, de tu tiempo y de tu fé, y aún así creeme si te digo que hubieron y hay cantidades inmensas de veces en que (tanto sonriendo como llorando) se me murieron (y mueren) las oraciones...solas. Y solo es como me siento y solo es como estás aunque no lo estés, y es ese precisamente el pecado que siempre quise transgredir.
Nuestras ausencias, nuestra distancia, le dan motivo de ira a Neruda, a Benedetti. Si Galeano nos viera (y aún conservo en mi mente los nombres y precios de los hoteles posibles en Montevideo para alojarnos, y luego salir a buscarlo como una madre busca a su hijo perdido en un parque, como un condenado busca la llave de su prisión, o como yo, que empecé a buscarte en mis sueños y te encuentro riendo y sosteniendo mis mejillas) sería nuestro juez y nos libraría de culpa y cargo mientra vos y yo tengamos, nuevamente, el alma desnuda para sentirnos transparentes, como siempre hice y terminé sentado en el piso de mi pieza, apretando las rodillas contra mi pecho, acompañado por agujas pasadas que alguna vez me dieron el motivo y las ganas de caminar y ahora... ahora me secan en la oscuridad.
Si antes de perecer tenía un ejército de dudas, ahora más que ejercito es una ciudad completa de campesinos guerrilleros, empuñando cualquier tipo de objeto capaz de dañar. Y vos supiste los infiernos que me esperaban, y sabés que esos demonios atraviesan la pantalla y se cuelan por mi casa. Sabés de mis tardes recostado en la escalera tratando de buscar el modo de romper con tantas cadenas; mientra vos hacías carita de vendedora hasta las 9 de la noche y yo no tenía un centavo partido al medio y más miedo que medios para comprar esas benditas tarjetas, ni el celular te funcionaba para decirte "TE EXTRAÑO !!!" "ME ESTÁ MANCHANDO DE TRISTEZA TANTA DISTANCIA Y TANTO DOLOR !!!!".... Y leía rupturas como realidades ajenas...
¿Cómo le explico al colchón que reposa bajo mi cama que ya no va a tener el gusto de oler tu perfume y tu belleza?
¿Cómo le explico a mi cama que tiene que olvidarse de tus palabras, y a mi almohada que ya no va a sonreir escuchando los secretos que decías dormida?
¿Cómo le explico al peluche verde que se rinda al esperar tu pezón para amamantarlo?
¿Y AL TELÉFONO? ¿CÓMO LE EXPLICO QUE YA NO VA A SONAR DESDE TU PUEBLO DICIENDO "TE AMO", "PAISANO", "SI TÚ SALTAS YO SALTO ¿REMEMBER??
No puedo. No puedo explicarles que campanita se fué y con ella se llevo el polvo de las hadas; no puedo explicarles que ahora lleva un garfio en su lengua y que toda su esencia es parte del pasado.
No puedo negar tu magia, tu vida, tu esencia. No puedo negar tu amor, tu locura, tu presencia... ME ARRANCASTE DE LA VIDA Y LA VIDA MISMA DE LA FORMA MÁS RADICAL POSIBLE DEL CENTRO DE MI EXISTIR, como se arranca un manojo crecido de pasto clavado en la tierra; tendrías que fijarte si no te quedaron gotas de sangre suspendidas en tus manos.
Las lágrimas me queman y me oxidan las pestañas. Antes tenían horario: ahora no. Aparecen apenas siento el frío colarse por mi cuerpo, apenas pasa una hora y mi teléfono sigue muerto. ¡Cuánta vida le dabas con tus mensajes repletos de amor y coraje, de sueños y vigilias!. Si hasta sabía cuándo eras vos y cuando no sin siquiera mirarlo. Con sólo vibrar era y sigue siendo mi momentito de expectativa y misterio.
Hoy es Domingo...y por un instante creí que estabas dando vueltas en el baño, o preparándote unos mates en la cocina y no. No están ni las sábanas revueltas, ni tu mochila guardando milagros y objetos de niña, ni tu cuerpo semi-desnudo balbuceando y sonriendo, ni tu seño fruncido preguntando la hora. Siempre creíste que era tarde para la rutina, y yo siempre creí que era temprano para darte amor, que nos sobraban días y litros de vida, y ahora.....ahora me sobra dolor.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio