lunes, 22 de septiembre de 2008

Argentina: refutación natural a los contractualistas

No sé si hacer algo bello; no creo que mientras dure el temblor se puedan construir parroquias ni jardines maternales; no creo que se pueda educar en medio de la barbarie: las tizas no escriben verdades sobre el barro y no se puede cruzar una avenida con la ausencia de semáforos, teniendo una diligencia de rocas avanzando y avanzando.

No quiero caer en una crónica barata, de esas que regalan las inmobiliarias; no quiero estar en tercera persona, pero sé que el "escribí, no importa" es más fuerte que todos los rodeos de acción que doy cuando tengo un libro de papel, una birome y un horizonte. Quiero empaparme de realidad, pero el ruido del martillo no tarda en llegar, y no sé y sé cuál es la respuesta y no sé y tengo la solución, pero aún sigo siendo un mortal, de pecho agujereado y mirada perdida, de uñas cortas y pasos cansados, de labios carcomidos
e indigestión, en fín: de puños cerrados y puertas destruídas.

Sólo te advierto: es muy probable que no llegue a tus pupilas porque entre las telas de este vestido se verán mis gritos y tus miserias. Luego no digas que no te he dicho "perdóname, porque no puedo coser mi subjetividad".

El momento de la educación pasó, tuvo su último y primer aliento en 1999 y sucumbió desmoronado como la vieja Constantinopla. Sólo precisaba de oídos; quería hacerse escuchar y murió en las piernas de los pecadores: sedienta y tediosa no imaginó como ese su destino. Cansada de arañar las paredes rosadas ahora reposa en el humo que cubre la ciudad.

No se perdió, la educación no está perdida: murió pero sigue dormida. Ahora es el turno de la Justicia, último y repugnante destello de utopía que nos resta. Es la Justicia quien debe asfixiar sus virus, quien debe hacer estallar la sociedad para EMERGER EN COMUNIDAD... Está todo tan prohibido que no es necesario soñar.

Surgió la esperanza, se vino el palazo; llovieron estrellas, cayeron riñones; brotaron los pastos, crecieron espinas; nació el socialismo, lo abortó el capital. Constante ciclo de antítesis sugestivas...

Es hora de la Justicia -dije- y no me siento ni me retracto, lo digo de parado sin huellas dactilares. Es hora del 1789, de juntarnos en las plazas, de ser noticia de esperanza, lluvia ácida, de que la gillotina escupa cabezas corruptas, de encarcelar la impunidad, de atormentar a los que firman la anarquía delictiva, de tumbar violentos con un ventanal de libros.

No me había percatado: la estatua de la Justicia lleva una venda en sus ojos, una balanza en una de sus manos y una espada en la otra, es decir, ¡no hay más contradicción posible en el signo que nos resguarda!, y me polipregunto ¿porqué es ciega lleva una venda en sus ojos? y si así fuera ¿tiene miedo de ver lo que ella juzga?. ¿Por qué no abundan jueces no videntes?, ¿por qué lo son en su mayoría?, ¿Cómo interpreta la justicia las pruebas visuales? pongamos por caso las heridas de las víctimas; ¿Por qué la balanza se encuentra ligeramente inclinada hacia la derecha?, ¿por qué la diosa en mármol tuerce su cuerpo hacia la espada?, ¿puede una balanza medir la incertidumbre?, ¿y el hambre?, ¿y la violencia?, ¿y el sadismo?, ¿y el dolor?. ¿Puede medir la fé que en ella se deposita?.

¿Por qué la Justicia no sufre de vientos, calores, inviernos, ultrajes, mentiras y noches desiertas?, ¿por qué debemos mirarla de abajo?. ¿Acaso no nos quieren decir que la justicia es ciega, inerte, indiferente y que se inclina por el corte de acero más que por el peso de los pesares?.

Nos resulta imprescindible un creador de nacimientos que comience por Salvador y permanezca en Allende. Sería justo el infinito plus de placer que movería nuestras piernas, nuestras manos y nuestra valentía. Un cálido doctor con lentes que más que lentes sean largavistas que nunca se opaquen, que regulen lo cercano y lo fundamental, que cultive abrazos y jubilosa humanidad; que un remolino de cultura, salud, educación, justicia y empleo abarque el territorio de tierra y espíritu, y que no haga quedar ni un sólo hueco en la verdad.

Sea su primer paso remoldear la escultura legal, el segundo suprimir la desigualdad y el tercero anudar de cuello, piernas y manos a la impunidad, la violencia y sus parásitos, incurables desde la perspectiva actual. Creo que tanta esperanza será debidamente interpretada; que no me muevo ni un sólo centímetro de la afirmación original: hay que reinventar la comunidad, y en toda reinvención la sangre no se oculta, pero no es más que una primer mancha que luego será borrada, porque es ella misma el útero de la revolución.

Luego, y recién después de acomodar una larga mesa en el centro de la victoria, tendrán que acercarse los viejos y oprimidos pensadores y educadores a escribir con fonemas las causas que llevaron al país del cuello a la mierda, de la mierda al segundo infierno y del allí a la paz infinita, de vida y real y no de muerte establecida.

Por ahora, en las esquinas de muchas mujeres se puede leer la siguiente cadena de conceptos (llenitos de ayer y de hoy) que lleva como título "cículo vicioso": robos ->violaciones -> crímenes -> inseguridad -> incertidumbre -> miedo -> parálisis -> robos -> acción -> nota a la comisaría -> espera -> incertidumbre -> pérdida de empleo -> incertidumbre -> miedo -> desocupación -> incertidumbre -> miedo a morir -> basura -> alimento -> sospechoso -> disparo por la espalda-> inocente -> cartonero -> villa de emergencia -> oscuridad -> narcotráfico -> delincuencia -> zona liberada -> corrupción -> miedo -> incertidumbre -> "la justicia está corrupta, los jueces y la policía, ¿quién me protege?: me compro un arma para defenderme"-> consulta al Renar -> negación de portación -> seño fruncido -> todo se oscurece -> el asesino es el portador legal -> efectivos policiales insuficientes que custodian los sitios que fomentan la desigualdad -> incertidumbre -> inflación -> violencia -> robos -> asesinatos -> cultura de la imágen -> violaciones -> inseguridad -> futuro demolido -> nulas esperanzas de cambio -> vieja política -> nuevas promesas -> nuevas mentiras -> viejas realidades -> "la defensa propia llega por la ausencia de oído, palabra y acción" -> delincuentes libres -> autoprotectores presos -> ironía colectiva -> justicia con precio -> presos del afuera, presos del adentro -> deriva -> melancolía -> mal humor -> reinserción 0 -> violencia - > sindicalismo -> corrupción -> justicialismo -> mentira -> incertidumbre -> violencia y todas las paredes por escribir.

No resulta en vano aclarar que cada concepto se encuentra fervorosamente escrito con colores completamente diversos, algunos de ellos antes por mí desconocidos, y con el anonimato de quienes ven envejecer a cada minuto un país con trenes y rieles finitos, con ira y esquizofrenias que salvan vidas, con truenos que asustan y soles que queman hamacas; con plazas vacías y almas de hormigón.

Aún no entiendo como soportamos tanta desigualdad; ¡el mundo no lo entiende!.

Argentina es la fiel refutaciónn de los contractualistas; tal vez la biología nos de más garantías que el ser social: hartos de ver ejemplos de animales no dispuestos a firmar el pacto, almorzamos y cenamos desesperación; en ella vivimos y en ella nos han educado.
¡¿Cuándo despertará esta sociedad del eclipse permanente?!.

Me alejo y en rojo me detiene una sonrisa plasmada en la pared: "el miedo es el medio más efectivo de control social". Sonrío y pienso: ya está despertando...

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